La Geografía, una Ciencia Social
Muchas personas piensan que saber Geografía poder acordarse de memoria la altura de una montaña, la cantidad de habitantes de una ciudad, o ser capaz de ubicar en el mapa algún lugar de nombre extraño.
Estas ideas están asociadas con un antiguo enfoque de la ciencia geográfica. En dicho enfoque ocupaba un lugar central la Geografía física, es decir, el estudio de las características naturales del medio de una manera descriptiva y clasificatoria. Las características de la población o de las actividades económicas se planteaban, en general, como una consecuencia de las condiciones naturales.
Actualmente, la Geografía se ocupa de comprender y explicar la forma en que las sociedades se relacionan con su entorno y las transformaciones que esa interacción genera sobre el espacio. Esta nueva perspectiva parte de la premisa de que, hoy en día, casi todos los lugares del planeta han sido modificados por las sociedades. Los paisajes no están compuestos solamente por elementos naturales (relieves, ríos, etc.), sino que se caracterizan por las marcas o huellas que las distintas sociedades han dejado en ellos a través del tiempo.
De esta manera, se define su objeto de estudio como la construcción social del espacio. Y al considerar que el rol de la sociedad es clave en la conformación del territorio, la Geografía se incorpora al ámbito de las Ciencias Sociales.
El concepto de "espacio geográfico"
Para el enfoque renovado de la Geografía es fundamental el concepto de espacio geográfico, que no debe pensarse como un espacio físico, anterior a la actividad humana, sino como un espacio social, construido por las acciones de las distintas sociedades en interacción con las condiciones naturales propias de cada lugar. El espacio geográfico, por lo tanto, es muy diverso: por un lado, porque son variadas las condiciones naturales que pueden encontrarse en distintas partes del mundo, y por otro, porque también cada sociedad tiene diferentes necesidades, objetivos, tecnologías, etcétera.
El espacio geográfico se caracteriza por ser cambiante y dinámico, porque la sociedad lo va reconstruyendo, permanentemente, a través del tiempo. Por eso, para poder comprender la organización de los espacios del presente, los geógrafos deben tener en cuenta los procesos históricos que les dieron origen. Además, esos espacios serán la base para el desarrollo de procesos futuros, y conocer su dinámica permitirá aportar alternativas para la solución de los problemas que puedan afectar a la sociedad.
La larga historia de una ciencia
Geografía es una palabra de origen griego que significa "descripción de la Tierra", y fue el geógrafo Eratóstenes quien la utilizó por primera vez en el siglo III A.C. A Eratóstenes le interesaba la discusión sobre la forma de la Tierra y las cuestiones relacionadas con la medición de la superficie terrestre. Estaba convencido de que la Tierra era una esfera y estableció la medida de la circunferencia terrestre (unos 40.000 km) con sorprendente precisión.
Hubo otros geógrafos de la Antigüedad que rechazaron esa orientación matemática de la Geografía, y se ocuparon de la descripción de los lugares a partir de la información que reunían en sus propios viajes. Entre ellos se destacó Estrabón, que en su obra Geografía (siglo I a. C.) recopiló las observaciones realizadas durante sus recorridos por todas las zonas conocidas hasta el momento (sur de Europa, norte de África y sudoeste de Asia). Los grandes "descubrimientos" realizados por los europeos a partir del siglo XV, supusieron un gran avance en el conocimiento de nuestro planeta por parte de esa cultura, incorporando nuevas extensiones de territorios a las que ya conocían. Y con la intención de dominarlas, fue necesario explorarlas. Los países europeos incentivaron entonces el relevamiento de los territorios coloniales y la realización de inventarios de los recursos naturales presentes en ellos. También fue necesario disponer de cartas y mapas más precisos que facilitaran la navegación, y así se incorporaron los nuevos dominios a la cartografía de la época. Sin embargo, en todo este período no es posible hablar aún de la Geografía como una ciencia.
El origen de la Geografía científica
Los autores que son considerados fundadores de la Geografía, Alexander von Humboldt y Karl Ritter, nacieron y vivieron en Alemania, país donde se crearon los primeros institutos y cátedras para enseñar esta disciplina durante la primera mitad del siglo XIX.
Humboldt (1769-1859) era naturalista y explorador. Consideraba la Geografía como una síntesis de todos los conocimientos existentes sobre los aspectos físicos del planeta. La tarea del geógrafo, según él, era determinar las conexiones existentes entre los distintos elementos y buscar las causas de los procesos que ocurrían en la naturaleza.
Ritter (1779-1859), en cambio, había estudiado Filosofía e Historia. Para él, la Geografía debía ocuparse del estudio de los lugares y buscar la individualidad de cada uno de ellos. En sus estudios, el hombre era un elemento importante, pero consideraba que la vida humana estaba determinada por las características del medio físico.
La obra de Humboldt y Ritter, que desde diferentes enfoques pretendían explicar los hechos que ocurrían en la superficie terrestre, es la base de la Geografía tradicional.
La Geografía tradicional
La Geografía que se consolidó en las últimas décadas del siglo XIX tomó como modelo científico al de las Ciencias Naturales. Por eso, se basaba en la idea de que el conocimiento se lograba a través de la observación objetiva de la realidad, y que la tarea del científico consistía en describir y ordenar los datos que proporcionaba dicha realidad. Las relaciones y los conflictos sociales no tenían lugar en este modelo, ya que las características de la población y sus actividades eran estudiadas con un enfoque determinista, es decir, como consecuencia de las condiciones naturales del lugar en que vivían.
En este contexto, en los países centrales como Alemania y Francia, se crean en las universidades y en los colegios cátedras de Geografía para comenzar a enseñar conocimientos geográficos, especialmente de los nuevos territorios ocupados.
En el ámbito científico, la Geografía tradicional entró en crisis a mediados del siglo XX, principalmente por el proceso de descolonización de los territorios ocupados por las potencias en Asia y África. Ya no tenía sentido el tipo de estudios descriptivos de esta Geografía y, en las décadas posteriores, se produjo una renovación que generó la incorporación de nuevos enfoques y nuevos temas.
La nueva Geografía
Desde mediados del siglo XX comenzaron a plantearse, en el ámbito de la Geografía, preguntas y debates sobre cuál era el significado y la importancia de esta ciencia, cuál debía ser su objeto de estudio, y qué métodos y técnicas había que utilizar para el análisis de una realidad social cada vez más compleja. Una de las principales áreas temáticas de la Geografía actual agrupa a los autores que adoptaron una postura crítica frente a los enfoques tradicionales, y que consideran que la Geografía no debe conformarse con explicar el mundo, sino que debe proporcionar herramientas para transformarlo.
La Geografía crítica tiene sus raíces en Francia en la década de 1960. En Latinoamérica, se destaca la obra del brasileño Milton Santos, presentada en su libro “Por una Geografía nueva”, en 1978. En todos los autores que adoptaron la postura crítica es central la idea del espacio geográfico como construcción social.
Un ambiente construido: la relación entre sociedad y su medio
Como resultado de la relación entre sociedad y naturaleza, esta última ha sido progresivamente transformada. Por lo tanto, la palabra ambiente, de uso frecuente en los textos geográficos, no debe utilizarse como sinónimo de naturaleza.
Ambiente es un concepto proveniente de las Ciencias Naturales, que hace referencia a un sistema compuesto por elementos naturales y sociales en permanente interacción, donde los seres humanos son un elemento más del sistema. En cambio, desde la Geografía, este concepto se entiende como el resultado de la relación entre la sociedad y su entorno, donde la naturaleza ha sido progresivamente transformada.
Las Ciencias Sociales adoptaron el concepto de ambiente, pero poniendo el acento en su carácter social, es decir que consideran que la sociedad no es un elemento más del sistema, sino el más decisivo. Conciben al ambiente como una construcción de las sociedades, las cuales se han relacionado con la naturaleza con el fin de asegurar su supervivencia.
La sociedad y sus necesidades
Cada sociedad tiene necesidades básicas que deben ser satisfechas para poder sobrevivir: alimentación, vivienda o refugio, vestimenta o abrigo. A través del tiempo, los grupos humanos buscaron en la naturaleza los elementos que les permitieran satisfacer esas necesidades. A esos elementos que cada sociedad valora se los denomina recursos naturales.
Las personas tienen también necesidades secundarias que no ponen en riesgo su supervivencia, pero cuya satisfacción mejora su nivel de confort o bienestar. Son necesidades definidas culturalmente y, por eso, pueden cambiar de una sociedad a otra o modificarse a través del tiempo.
La mayoría de las sociedades actuales se caracterizan por ser sociedades con un alto nivel de consumo. En ellas, el consumo ya no tiene que ver con la satisfacción de necesidades básicas, sino que se ha convertido en un fin en sí mismo, impulsado por falsas necesidades o deseos que muchas veces se promueven, en especial, con las publicidades.
La cultura del consumo implica una necesidad cada vez mayor de recursos naturales y una degradación progresiva de los ambientes. Es decir, en estas sociedades se consume mayor cantidad de energía proveniente de los hidrocarburos para generar luz eléctrica para abastecer a las industrias y a los domicilios que presentan mayor cantidad de electrodomésticos. Por otro lado, se utilizan más los automóviles particulares que gastan más combustible. Estas sociedades, a su vez, generan mayor cantidad de residuos al descartar más elementos de todo tipo.
Los actores sociales
Cuando hablamos de la sociedad nos referimos a una diversidad de sujetos o actores sociales que desempeñan diferentes roles, que tienen diferentes objetivos y que actúan en función de sus propios intereses. Un empresario, un grupo de vecinos, o el intendente de un municipio son ejemplos de actores sociales.
No todos los actores sociales tienen el mismo poder de decisión ni las mismas responsabilidades en la construcción del ambiente. Los actores de mayor peso en la toma de decisiones son, en primer lugar, el Estado, y en segundo lugar, las grandes empresas. Los actores de menor poder relativo, no obstante, suelen organizarse para que sus opiniones y demandas adquieran mayor resonancia, por ejemplo, cuando los trabajadores realizan una protesta por el cierre de una fábrica.
Como vemos, entre los diferentes actores pueden surgir conflictos, porque cada uno de ellos tiene una mirada propia ante los problemas, que muchas veces es contradictoria con la de los otros. El conflicto, por lo tanto, forma parte de la vida en sociedad.
Los conflictos sociales en la construcción y uso de los recursos
Los recursos naturales son parte fundamental de los procesos productivos de los cuales se obtienen los elementos necesarios para la sociedad. Por lo tanto, sus formas de apropiación y uso generan conflictos sociales, ya que no todos los actores sociales tienen los mismos intereses, necesidades y formas de manejo de los mismos. Muchos recursos son estatales o públicos, es decir que su utilización la regula el Estado en beneficio de toda la sociedad, por ejemplo, los ríos y lagos o los recursos del subsuelo. A veces, el Estado permite que una empresa privada se ocupe de la explotación, durante un tiempo, de un recurso natural público. En esos casos se otorga una concesión a cambio del pago de una suma de dinero. Por ejemplo, un balneario o un yacimiento minero que explota una empresa privada.
En las sociedades capitalistas, algunos de los recursos naturales son propiedad privada y, en general, se utilizan con el objetivo de obtener un beneficio económico. Por ejemplo, tierras fértiles que se destinan a producir bienes para vender en el mercado nacional o internacional. En el proceso de apropiación de los recursos, pueden surgir conflictos cuando diversos actores se disputan la propiedad sobre algún recurso en particular, o cuando no hay acuerdo sobre el uso o la forma en que debe ser aprovechado.
Actividad:
1. Realizar una línea de tiempo con el desarrollo y las características de la Geografía.
2. Explicar con tus palabras el significado de “ambiente” en las ciencias sociales.
3. ¿Qué son las falsas necesidades y qué consecuencias ambientales generan?
4. Realizar una lista de bienes que hayan utilizado durante el día. Coloquen al lado de cada uno qué necesidad pudieron satisfacer con ese bien y qué recurso natural fue necesario para producirlo. Elaboren una conclusión final.
Hola profe como andas soy Natanel tengo que buscar esos temas en internrt? Porque no se de que se tratan las preguntas