Bibliografía:
En relación directa con los cambios físicos, la especie humana, aún en vías de desarrollo, incorporó capacidades que eran diferentes y únicas si se comparan con las del resto de los animales. No era la especie que contara con la mejor adaptación para la supervivencia: no eran los más veloces, no poseían garras para cazar, no estaban adaptados para buscar comida en los árboles. Siguiendo el criterio de la selección natural, hubiese sido bastante lógico que la especie entera se extinguiera por falta de adaptación al medio. Sin embargo, el proceso de la evolución humana desarrolló algunas características que permitieron algo único: la posibilidad de comunicarse y trabajar en conjunto para sobrevivir. Es probable que el lenguaje y el trabajo colectivo se desarrollaran a la par creando condiciones para el salto evolutivo que transformó a una especie emparentada con los simios en los seres humanos que hoy conocemos. El lenguaje posibilitó la organización de las tareas de recolección del alimento, la transmisión de los conocimientos para la fabricación de herramientas y, con el correr del tiempo, una memoria colectiva y una cierta organización social. Fue
la necesidad, por lo tanto, el motor de las transformaciones de la especie humana.
Los primeros grupos humanos eran carroñeros y recolectores. Comían lo que encontraban y donde lo encontraban. Cuando perfeccionaron algunas técnicas de organización de la caza y algunas armas, se volvieron cazadores. Esta existencia depredadora obligaba a una vida nómada; es decir, tenían que desplazarse de un lado a otro en busca de las grandes manadas de animales que cazaban y que eran su principal alimento. Vivían en cuevas o en las márgenes de ríos, al aire libre o en pequeñas cabañas de ramas y pieles. Se organizaban en pequeños grupos o tribus, unidos por lazos de sangre. Su vida era muy corta, en torno a los 35 años. Dominaron el fuego y lo utilizaron para hacer más digerible la carne o para endurecer la madera de las lanzas. Sabemos que se desplazaban por el territorio siguiendo a las manadas de animales. Dormían bajo los árboles o en cuevas (si encontraban alguna). Como los grupos humanos se movían constantemente buscando alimento no tenía sentido luchar por el control de un territorio fijo, pero es probable que hubiera
enfrentamientos por otras razones entre grupos dispersos. Los primeros objetos que utilizaron los grupos humanos eran elementos que recogían del propio entorno natural, como piedras y palos. Sin embargo transformaron esos objetos en herramientas al trabajar sobre ellos y elaborar lanzas o hachas de mano. Si bien los arqueólogos reconocen a este período de la humanidad por el uso de la piedra tallada en la construcción de sus herramientas, se sabe que también han utilizado otros materiales orgánicos como hueso, asta, madera, cuero y fibras vegetales. Los investigadores, tomando como criterio de clasificación las herramientas de piedra que produjeron, llamaron a esta etapa período paleolítico (es decir, de la piedra antigua)
El arte de la Prehistoria El arte paleolítico
Las primeras manifestaciones de arte que se conocen surgieron hace unos 35.000 años, aproximadamente. Los grupos prehistóricos comenzaron a realizar pinturas, esculturas y grabados. Son las primeras muestras artísticas del ser humano. Las cuevas eran auténticos santuarios, en los que cada espacio tenía una función concreta: las esculturas y grabados se encontraban a la entrada, mientras que los grandes murales estaban en la parte más oscura y profunda. Por un lado se representan relieves y se elaboran pequeñas esculturas en piedra, madera, marfil o hueso. Las pinturas son la representación artística más importante, de variados colores (negro, rojo, ocre, marrón) de pigmentos naturales, y los temas son principalmente de los animales que cazaban (bisontes, ciervos, caballos, mamuts...), aunque también hay muchos signos abstractos. Su significado está en relación con fines mágicos y religiosos para favorecer la caza o la procreación. La mayoría de los restos de pintura paleolítica del mundo se distribuyen en la costa cantábrica española y el sur de Francia. Las cuevas de Lascaux (Francia) y Altamira (España) son las más importantes por sus restos de pinturas polícromas, es decir, pintadas en varios colores, así como sus grabados.
Videos
Una historia del principio de la historia
Toloc es todavía un muchacho pero ya tiene responsabilidades de adulto. Acompaña a los cazadores cuando tratan de empujar al cerdo salvaje contra la pared de piedra de la montaña. Allí, si tienen suerte, lo matarán a golpes. No es tarea sencilla. Los animales salvajes se defienden como pueden y a veces, en su desesperación por sobrevivir, son muy peligrosos. Toloc recuerda que cuando todavía hacía frío, hace varias lunas, un cerdo salvaje, al intentar escapar, atropelló a su padre y le rompió los huesos de una pierna. El grupo no podía retrasarse por un herido y Toloc vio cómo los otros continuaban en camino hacia el campamento arrastrando al cerdo mientras su padre se quedaba en el suelo, gritando de dolor y desesperación, condenado a morir de hambre o presa de los tigres de la región. Toloc sintió tristeza esa noche pero la carne cocinada a las brasas era tan deliciosa que pronto se durmió con la panza llena después de una semana de hambre. Su madre y las otras mujeres recogen semillas comestibles, raíces y, cuando las encuentran, algunas frutas. Su madre cuida de su hermana, el único niño pequeño del grupo desde que, el invierno anterior, el frío mató a otros dos y un lobo se robó a un tercero mientras su madre buscaba leña junto al río. Hoy la caza fue buena. Además del cerdo consiguieron dos culebras y encontraron un panal de abejas lleno de miel. Ninguno de los miembros del grupo vio nunca toda esa comida junta y esa noche habrá alegría junto al fuego de la cueva. Antes de dormir, su madre frotará el hacha de mano contra la piel del lobo que Toloc arrancó a un animal muerto para hacer una manta contra el frío, y el viejo del grupo dibujará con la sangre del cerdo una escena de cacería en la pared de la cueva para tener suerte la próxima salida. Por la mañana, el grupo partirá rumbo al sur. Seguirán la orilla del río para llegar al valle donde, cuando Toloc era un niñito, el grupo logró cazar un mamut pequeño. El viejo del grupo termina su dibujo y se duerme junto al fuego quejándose de un dolor en el pecho. Toloc sabe que si mañana no logra ponerse en pie lo abandonarán como ya hicieron con otros viejos. Toloc siente un poco de pena por ese viejo que es el padre de su madre.
1. Leer y subrayar las ideas principales de la páginas 27, 28 y 29. Buscar en el diccionario las palabras que no conoces.
2. Poner en items y explicar las características de la vida de los hombres en el Paleolítico.
3. Completar los siguiente cuadros:
A.
B.
4. ¿Qué actividades desarrollaban los grupos humanos del período paleolítico?
5. ¿Qué objetos utilizaban según el relato?
6. Escriban un comentario sobre la vida de Toloc y su grupo. Imagina y redacta una continuación del relato.
Commenti